Fotos y Reseña: Lollapalooza Chile, día 2.
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Luego de un vertiginoso día sábado en el cual el concepto de música inundó cada rincón del Parque O´higgins, la vara quedaba alta para lo que pudiese acontecer la tarde-noche de domingo, en lo que significaría el cierre de Lollapalooza 2011. Sin embargo las presentaciones de Jane´s Addiction, Kanye West, 30 Seconds to Mars y The Flaming Lips prometían un broche de oro para cerrar esta primera versión del popular festival fuera de EEUU.
Por Marcos Bustos L. @nomasfe
Tal como ocurriera el día anterior, artistas locales fueron los encargados de inaugurar la jornada de domingo. Puntual a eso del medio día el ex Gondwana, Quique Neira dio el inicio con sus más conocidos éxitos reggae para comenzar a calentar el ambiente, mientras, en el polémico Tech Stage y el amplio LG Stage un batallón de artistas chilenos también hacían lo propio. Mundano y Matanza inauguraron ambos escenarios para dejar el ambiente encendido para que los ya consagrados The Ganjas, Cómo Asesinar a Felipes y la popular Javiera Mena (escoltada por Gepe), demostraran porqué tenían armas de sobra para hacer valer sus nombres en el festival.
El otro de los escenarios principales, el Coca Cola Zero Stage, prendió y despertó con la sensualidad de una osada Mala Rodríguez quien con un vestuario muy ad hoc para sortear el calor santiaguino, deleitó a los casi 5 mil espectadores que se congregaron para corear sus éxitos y deleitar la vista. A pocos les importó el retraso de la hip hopera con tintes flamencos, pues con éxitos como "No pidas perdón", "Tengo un trato", "Te convierto" y la coreada "Nanai" la europea logró borrar el fantasma de su tardanza.
Inmediatamente finalizado el show de la española y a escasos 200 metros del lugar, el quinteto argentino Todos tus Muertos iniciaban su presentación en el certamen. Fieles a su estilo reggae-rock-punk la popular banda noventera demostró por qué tenían motivos de sobra para estar presentes en esta versión latinoamericana de Lollapalooza.
Ya pasadas las dos de la tarde y mientras los chilenos Fother Muckers y el mexicano Toy Selectah abrían fuegos en la Cúpula y el Arena Santiago, respectivamente, los oriundos de Omaha, Nebraska, 311, despertaban el ambiente y saldaban una deuda pendiente de más de 15 años con sus más acérrimos fans que entonaron y saltaron con “Down” el popular single que los lanzara a la fama en 1995. Salvo un pequeño desajuste en el micrófono de Nick Hexum la presentación de los estadounidenses fue impecable en éste, su primer paso en 20 años por Sudamérica.
Finalizado el show del quinteto de Omaha, la Cúpula del recinto, el escenario más pequeño denominado Tech Stage se veía desbordado en asistencia y obligaba a cerrar sus puertas debido al caos desatado previo a la presentación de Devendra Banhart, quien fuera de aquella realidad que se vivía en las afueras, con una amenaza por parte de Carabineros de suspender éste y el siguiente show de Cat Power, realizó una presentación impecable con una temperatura ambiente que fácilmente superaba los 40 grados al interior del pequeño recinto.
Afortunadamente no hubo suspensión ni cierre del colapsado recinto, pero por medidas de seguridad lamentablemente muchos fans que esperaban ver a Devendra y Cat Power no lograron hacer ingreso al espacio. Muchos de ellos amenazaron incluso, en medio de la frustración, iniciar acciones legales en contra de la productora. Así y todo y con un espacio con menor cantidad de público, Cat Power brindó calidad, belleza, simpatía y talento en una simple, pero aplaudida presentación.
Alejados de aquella caótica realidad, en los escenarios al aire libre y tras dejar al público encendidos a más no poder, los chilenos Chico Trujillo liderados por el carismático Macha, dejaban el plato servido para dar paso a una de las presentaciones más esperadas de la tarde: The Flaming Lips.
El grupo liderado por el entusiasta Wayne Coyne inició el espectáculo en medio de una ‘vagina multicolor’ que dio paso para el ‘nacimiento’ de Wayne en una bola gigante que le permitió lanzarse al público y probar en carne viva el cariño y entusiasmo de los fans de la banda originaria de Oklahoma. Colores, papel picado, disfraces y cómo no, rock y sicodelia pura fue lo que siguió en la siguiente hora para demostrar por qué The Flaming Lips eran uno de los llamados grandes nombres que sorprenderían con su visita.
El ska, punk, reggae, rock se hizo presente puntualmente a las 17:30 horas en el Claro Stage, la popular banda de los años noventa Sublime, quienes junto a Rome, aparecían en escena bajo la voz de su nuevo integrante y reemplazante del ya desaparecido Brad Nowell. Salvo algunos desajustes en el sonido entonaron la mayoría de sus éxitos dejando para el final sus dos clásicos: “What I Got” y “Santería”, provocando un momento ‘sublime’ a los más de 10 mil espectadores que rindieron tributo a una de las agrupaciones de culto que pisaba el escenario.
Mientras el rock hacía lo suyo al aire libre, en el LG Stage la electrónica de Ghostland Observatory, Fisherpooner y Boys Noize, dejaban el camino abierto para que el popular dj Armin Van Buuren reuniera a más de 10 mil espectadores que no pararon de bailar hasta pasadas las 22:30 de la noche.
Por otra parte, el Tech Stage o Cúpula, dejaba atrás el caos y se rendía ante la presencia de The Drums y Cold War Kids, quienes cerraron las puertas del polémico escenario con una muestra de dos impecables shows que borró todo lo anteriormente descrito en este lugar.
Ya para ir finalizando la jornada y el festival, el galán de Hollywood, Jared Leto, aparecía en escena junto a la banda de Los Angeles, 30 Seconds to Mars. Destando el alarde y el griterío colectivo de los más adolescentes Leto y compañía desbordaron energía y entusiasmo sobre la elipse del Parque O’higgins, aunque sin convencer a aquellos que pocos sabían de la banda, los estadounidenses se retiraron tras una enorme ovación de sus más fanáticos.
Los casi ya dueños de casa del festival, sin importar el lugar en el que se realice, Jane’s Addiction, se presentaban por primera vez en Chile. Mientras Perry Farrel hacía honor al vino chileno y sobre su cabeza dos chicas se balanceaban ante la mirada atónita de los presentes, Dave Navarro parecía estar inmerso en su mundo, sin lugar a dudas que una de las presentaciones más brillantes de la noche, llena de éxitos y entusiasmo del respetable.
El último número de la noche estuvo a cargo de del cantante y productor Kanye West, quien basó su show en una interesante selección de sus éxitos y otros más nuevos de su último disco My Beautiful Dark Twisted Fantasy. Quizás defraudando ante la falta de parafernalia a la que este tipo de artistas nos tienen acostumbrados, pero con un concierto intenso y falto de desajustes el estadounidense cerró con éxito esta versión número once de Lollapalooza.
Para finalizaar, informamos que se ha confirmado una segunda edición de Lollapalooza para Chile en 2012, cuando el mundo se vuelque nuevamente a disfrutar de uno de los 5 festivales más importantes del orbe. Mientras tanto podemos resumir que Chile y su público cumplieron y aprobaron con creces.