Reviviendo el pasado: Inauguración del Autocinema Coyote en la Ciudad de México.

En el interior de un coche descapotable, una pareja ve una película al aire libre. A su alrededor hay otros coches con la misma escena. Se acerca el momento en que él estira su brazo para abrazar a la chica pero justo en ese momento, ella brinca del susto y las palomitas salen volando. Las intenciones del chico tendrán que esperar. Mientras la película sigue proyectándose. Observa a su alrededor y ve que hay otros que tuvieron la misma idea que él y tuvieron éxito, pero también, varios coches a la izquierda, hay un grupo de amigos haciendo su escándalo. Ni quien se moleste, es el autocinema.

Seguro muchos reconocen esta imagen vista en alguna película “viejita” pero muy pocos hemos tenido la oportunidad de vivirlo, sólo porque algunos festivales de cine organizan este tipo de proyecciones, aunque haya que esperar todo un año para volver a ser parte de la experiencia. Sin embargo, y a pesar de que la escena descrita anteriormente se asocie más a la cultura estadounidense, en nuestro país los autocinemas existían hace más de 30 años y no es hasta ahora que tendremos la oportunidad de revivir esta maravillosa experiencia con la inauguración del Autocinema Coyote.

Surgieron en Estados Unidos durante los años 30 para ofrecer un cine más barato y a un mayor número de espectadores; pero no fue sino hasta la década de los 50 y 60 que tuvieron el mayor auge, principalmente porque eran uno de los lugares más comunes a los que los adolescentes acudían por ser considerados “passion pits” es decir, donde las citas románticas y lo que conlleva sucedía. Muy contrario a la idea bajo cual fueron concebidos, ya que el creador Richard Hollingshead, los pensó como un espacio familiar en el que los padres no tendrían que preocuparse por llevar a sus pequeños hijos que pudieran interrumpir la función con sus lloriqueos.

En sus inicios se proyectaban todo tipo de películas y el sonido provenía de un único altavoz; con el tiempo y con la inclusión del radio a los autos, cada quien podía escuchar la película desde el interior sin ningún problema y comenzaron a especializarse en distintos géneros, creando ciclos de películas de terror, acción, ciencia ficción y hasta románticas.

La permanencia voluntaria era muy común, por lo que los descansos entre películas alentaron la creación de una zona en la que se pudiera convivir fuera del coche. También había cafeterías en las que se vendían snacks muy típicos de la época como malteadas o hamburguesas, además de dulces y las infaltables palomitas.

Los autocinemas se encontraban principalmente en zonas rurales debido a los grandes terrenos que ocupaban para dar entrada a más de 400 coches, además de que la poca luz que se generaba en los alrededores propiciaba una óptima proyección de la película. Para inicios de los años 70 su declive comenzó debido al incremento en el valor de las tierras y el nuevo auge: el video y la televisión por cable.

En nuestro país, uno de los autocinemas más conocidos era el que se encontraba en Satélite hace más de 30 años. En él, familias, amigos y parejas presenciaban la combinación perfecta de cine e intimidad. Cualquier persona que haya vivido esta experiencia lo recuerda con nostalgia y los que no, seguro alguna vez han pensado en cómo sería ir a un cine de este tipo, que tanto vemos en las películas antiguas. Sobre todo porque la experiencia de ir al cine ya se ha vuelto algo muy rutinario. Llegamos a los complejos cinematográficos, compramos nuestro boleto, y si tenemos antojo, unas palomitas. Entramos a la sala y durante más de 90 minutos nos olvidamos de lo que pasa a nuestro alrededor, no importa si vamos con nuestros amigos, novios o solos.

Conscientes de esto, un grupo de jóvenes se dio a la tarea de revivir la experiencia del autocinema y próximamente se inaugurará el Autocinema Coyote en la Ciudad de México.

En una pantalla de 16m de largo y 12 de alto, mucho más grande que una pantalla de cine promedio, se proyectarán grandes cintas clásicas que cambiaron la historia del cine como El ciudadano Kane de Orson Welles, obras que transformaron la manera de hacer cine de terror como Psicosis de Alfred Hitchcock y El Resplandor de Stanley Kubrick, ó aquellas que son grandes referentes del género sci-fi como 2001: Odisea en el espacio también de Kubrick ó Blade Runner de Ridley Scott, cintas más contemporáneas entran a la programación tal como Donnie Darko de Richard Kelly.

Además, contará con ciclos dedicados a un género o a un director, todos con la característica de ser “permanencia voluntaria”. Amores Perros, Los olvidados de Buñuel y Ahí está el detalle son algunas de las muchas películas que forman parte del ciclo de cine mexicano.

También se exhibirán películas familiares como Big Fish, Buscando a Nemo o Toy Story para que los niños descubran una no tan nueva forma de cine y sus padres la recuerden.

Por el sonido no hay que preocuparse, se transmitirá en el radio de cada coche por medio de frecuencia FM y si tu coche no tiene radio ahí mismo te facilitarán uno para que la experiencia sea totalmente memorable.

Ubicado al sur de la ciudad, entre Tlalpan y División del Norte, el Autocinema Coyote ofrece una experiencia única al transportarnos a los años 50 gracias a la decoración del lugar. Cuenta con una zona lounge en la cual la gente que no desee estar dentro de sus coches, podrá ver la película al aire libre. Los precios son muy accesibles ya que la entrada se paga por auto, no por número de personas.

Así que ya saben, si quieren salir de la rutinaria ida al cine y probar algo diferente, el Autocinema Coyote es algo que no deben perderse, sobre todo porque conjunta el buen cine con la oportunidad de tener total privacidad y cero interrupciones de celulares.

Más información en : www.autocinemacoyote.com